Las microbodas: Volver a la esencia

Cuando se les pregunta a muchas parejas cuál fue el momento más especial de su boda, la mayoría responden que ver al novio o a la novia por primera vez: mirarse a los ojos y aislarse del mundo exterior, inmersos en una especie de burbuja, congelándose en el tiempo.

Ante hechos inesperados que hacen que la vida dé un giro y deban implementarse cambios, es una ley universal que algo siempre permanecerá: el amor, las miradas, las sonrisas, las manos que se entrelazan. En tiempos de pandemia, es normal que aquellas parejas que decidieron seguir adelante con la fecha estipulada para su matrimonio opten por las microbodas o minibodas, una tendencia en todo el mundo que permite desarrollar ceremonias íntimas, bonitas, emotivas y que cumplen con los protocolos que hoy se exigen.

La industria alrededor de las bodas se está adaptando para que las parejas sientan el encanto y el lazo emocional, pero también, la seguridad y los cuidados. Unos optan por casarse sin compañía o con pocos familiares o amigos, guardando las normas de distanciamiento, mientras otros acompañan la ceremonia a través de internet. La gran fiesta, inclusive, no se descarta, sino que se aplaza.

Distribuir a los invitados por ambientes y espacios, menos asientos en la ceremonia y garantizar que todos estén cómodos con su proximidad son algunas propuestas. En este sentido, por ejemplo, se están imponiendo lugares al aire libre o sitios inesperados que antes ni se concebían para una boda debido a que eran pequeños, que permiten flexibilidad en los diseños y creatividad al máximo para la decoración, en la que los detalles serán los que otorguen sorpresas y romance.

Para el menú y su forma de servirlo también deben analizarse modificaciones para ajustarse a las normas de bioseguridad.  

La tecnología ha cobrado importancia y es una gran aliada en estas microbodas. Así, familiares y amigos, inclusive de países lejanos que antes ni siquiera contemplarían el hecho de viajar a la ceremonia, podrán participar. Esta estrategia se acompaña, en ciertos casos, con envíos a domicilio de champaña u otras bebidas especiales para brindar con la pareja, y de experiencias fotográficas virtuales para que, no importa los kilómetros que los separen, compartan imágenes especiales.

El gran desafío será crear experiencias que se queden en la mente y en el corazón. Una boda solo para dos o con pocos invitados presenciales: finalmente, se trata de celebrar el amor y que los novios sientan la dicha de quienes los rodean (de forma física o virtual). Regresar a la esencia como una señal de esperanza para estos tiempos.

Hablemos!
Hola! en qué podemos ayudarte
Escanea el código
TODAMIBODA
Hola! en qué podemos ayudarte