Cuando una gran parte de la familia y los amigos vienen de diferentes lugares y algunos de ellos, además, son lejanos, lo mejor es planear una boda destino. Yucatán es un estado completo que les ofrecerá mucho más que una bonita sesión de fotos en la playa, con un vestido de novia sencillo y una fresca guayabera. Si se plantean enviar a sus seres queridos unas invitaciones de boda en las que los citen a escuchar sus pensamientos de amor y su “sí, acepto” en este paraíso en la tierra, lean con atención.


Por qué casarse en Yucatán
Yucatán alberga zonas majestuosas y maravillas creadas por la naturaleza que encantan a cualquiera que las visita. Y esto lo sabían ya los mayas, quienes identificaban a la región que hoy comprende la península de Yucatán con el nombre de Ma’ya’ab, que significa “lugar de gente escogida” o “lugar donde hay pocas personas”.
Precisamente por la sensación de exclusividad paradisiaca que desprenden sus tierras y su cultura es que hoy esta región es uno de los principales polos turísticos del mundo. Además, Yucatán es uno de los destinos más buscados por las parejas mexicanas y foráneas para celebrar su matrimonio y lanzar el ramo de novia natural a pie de playa y bajo un baño de sol y tradiciones.
Si sueñan con una boda prehispánica, envuelta en un entorno místico y sagrado, seguramente encontrarán el sitio ideal en este paraíso tropical. Además, su gente, arraigada a la cultura maya y con una enorme calidez hospitalaria, les dará lo mejor de su energía para aventurarse en un nuevo camino de la mano.


Lugares para casarse en Yucatán
Con sus vestigios prehispánicos, sus zonas arqueológicas, Pueblos Mágicos, monumentos históricos, edificios coloniales, playas inolvidables, rincones naturales de impacto y una gastronomía sin igual, el estado promete una placentera estancia para ustedes y sus invitados.
Playas de Yucatán
Progreso es la puerta de entrada al mundo maya y el municipio costero más cercano a Mérida, capital de Yucatán. Sus 36 kilómetros de distancia e inmejorable ubicación lo convierten en el puerto más importante del estado, donde modernidad y tradición se combinan a la perfección. Sus playas, sus reservas ecológicas, sus cenotes, ojos de agua y atmósfera romántica son ideales para una boda relajada, coronada con una vista extraordinaria.
A 30 minutos al este de Progreso también está Telchac Puerto, un entorno todavía más tranquilo e íntimo. Su mayor actividad se registra durante julio y agosto; el resto del año es el lugar indicado para celebrar una boda con pocos invitados, pero con todas las facilidades para una gran estancia. Además, en Xcambó, a 6 kilómetros tierra adentro, hay pirámides mayas en las que podrían tener una fantástica sesión de fotos de pareja ¡o con todos sus invitados!Casi en la frontera con Campeche está Celestún. Aunque se presenta como el típico pueblo pesquero, Celestún es único porque en sus tierras confluyen el agua dulce de la Ría Celestún y el agua salada del Golfo de México. Si son amantes de la naturaleza, se quedarán maravillados con el intenso rosado de los flamencos que habitan este peculiar ecosistema.


Mérida
En Mérida, su capital, quedarán enamorados al pisar el Centro Histórico, donde verán bellos edificios coloniales, museos, teatros y cafés al aire libre, así como restaurantes típicos para disfrutar de su amplia gastronomía. Y ni se diga de los románticos hoteles boutique, que han reaprovechado y acondicionado antiguas fincas para sumar a la oferta de hoteles para bodas en Mérida encanto, hospitalidad y servicios de primer nivel.
Los barrios y monumentos históricos de la también conocida como Ciudad Blanca (por su piedra caliza) presentan recintos donde cualquier mujer ataviada con su vestido de novia corte sirena se sentiría como una auténtica princesa. Por ejemplo, caminando bajo el pulcro interior blanco de la Concatedral de Santa María La Mayor o posando con su amor para las mejores fotografías en el Parque de las Américas, una construcción inspirada en la arquitectura de los antiguos mayas.Yucatán también alberga múltiples haciendas henequeneras, lugares que fueron por mucho tiempo la base económica de la entidad. Muchas de ellas están cerca de Mérida; en sus instalaciones se producía el henequén, una especie de agave que produjo grandes riquezas. Estos espacios eran auténticas ciudades de las que nadie salía, algunas llegaban a tener hasta su propia moneda y hoy en día su belleza histórica encanta a cualquier pareja de prometidos que pronto partirá su pastel de boda elegante. ¿Lo acompañarán con un brindis con licor de henequén?


Pueblos Mágicos
A la fecha, Yucatán tiene reconocidos dos Pueblos Mágicos en el programa con el que la Secretaría de Turismo distingue a esos municipios mexicanos en los que la tradición y el patrimonio histórico y cultural se conservan pese al transcurrir del tiempo. Izamal, ubicado a 55 minutos de la capital, es considerado la Ciudad de las Tres Culturas, debido a que en él conviven tres periodos históricos. Lo distinguen sus calles coloniales y su predominante color amarillo en cada rincón. Valladolid, a una hora y 45 minutos de Mérida, es buscado por los futuros novios gracias a su aspecto pintoresco y sus atractivos naturales, como los cenotes que se encuentran a las afueras del pueblo, muy cerca de la majestuosa Chichén Itzá, zona arqueológica imperdible.


Zonas arqueológicas
En Yucatán encontrarán varios hoteles donde poder celebrar su boda con vistas a la Zona Arqueológica de Chichén Itzá. Les quedará muy cerca si al día siguiente quieren planear una tornaboda cultural con excursión incluida a las ruinas. Consideren que, si quieren tomarse fotos o grabar video en alguna de las construcciones de este complejo maya vestidos de novios, tendrán que pedir autorización al INAH, que podrá conceder el permiso o no.
Y hablando de culturas ancestrales, ¿les gustaría celebrar una boda maya? La ceremonia maya es una boda simbólica que también es conocida como K’aam Nikte’. Debe ser oficiada por un guía espiritual que tenga un completo conocimiento del culto y los rituales mayas. En esta unión se concentran las energías sagradas para convocar a los dioses en un punto central que representa el cosmos. Y aunque lo ideal y la versión más purista sería que los novios citaran a sus invitados en un cenote y que todos vistieran de blanco, hoy se pueden celebrar bodas mayas en muchos lugares naturales y sin necesidad de imponer ese código de vestimenta.