Los cocteles ponen un punto diferenciador en celebraciones y noches de fiesta. Alrededor de su sabor, color y presentación se vive toda una experiencia en el paladar.
Existen unos famosos y tradicionales, que aún permanecen en el gusto de personas de todo el mundo, aunque se han venido introduciendo variaciones. La International Bartenders Association recomienda como base, las siguientes preparaciones e ingredientes, para diez de ellos:
Mojito:
Refrescante, con ese equilibro entre ácido, dulce y aromático, nos lleva a la playa, a la buena vida. Ron cubano blanco, azúcar, hojas de menta/hierbabuena, zumo de lima, hielo triturado, soda o agua y limón para decorar: un pedacito del Caribe en nuestra boca.


Cosmopolitan:
Nueva York. Cuatro chicas disfrutando de la noche. Sex and the City hizo del Cosmopolitan un símbolo del glamur, de las amigas, de la diversión. Lleva vodka, cointreau o triple sec, jugo de lima y zumo de arándanos en una copa grande de coctel.


Dry Martini:
Compuesto por ginebra con un chorro de vermut. Suele servirse en copa de coctel, adornado con una aceituna cruzada. Popularizado por James Bond, con una variación: lo pide con vodka (vodka martini) y obvio, “shaken, not stirred”.


Margarita:
Tequila, triple sec y jugo de lima recién exprimido son los ingredientes que componen este coctel con fama de versátil, refrescante y sexy. Su base de tequila nos lleva a México y muchos lo prefieren cuando el borde externo de la copa se impregna con la sal.


John Collins:
Con sus orígenes en Inglaterra (aunque unos insistan que fue Nueva York su cuna), esta bebida está compuesta por Gin, zumo de limón fresco, jarabe simple y agua de soda. Una dosis de sofisticación, decorada con una rodaja de limón.


Gin Tonic:
Se ha convertido en una de las bebidas de moda. Sí, ginebra y agua tónica en el mismo vaso, pero cada vez más quienes lo preparan se preocupan por los detalles, como los hielos, el tipo de copa o la temperatura de los ingredientes.


Manhattan:
hisky de centeno, vermut rojo dulce y una pizca de amargo de angostura en un vaso mezclador con cubos de hielo. Un pedacito de Nueva York en una copa de coctel fría y quizá con unas cerezas para decorar.


Caipirinha:
Un viaje a Brasil, a su sabor y picardía. Un coctel con cachaza, lima, azúcar y hielo. Se suele presentar con pitillo, pues su encanto está en beber el líquido de la parte inferior del recipiente, donde se conjugan el jugo de la lima y el azúcar.


Bloody Mary:
Es un clásico, según el diario El País, con particularidades: contiene un jugo que apenas se emplea en otros cocteles (el de tomate), un destilado que unos miran con poco afecto (vodka) y un montón de salsas y especias como tabasco, sal de apio y pimienta.


Pisco Sour:
Pisco, jugo de limón fresco, jarabe simple y clara de huevo. Se agregan todos los ingredientes en una coctelera con hielo, se agita y cuela el producto en un vaso de copa frío. Un coctel que nos conecta con la zona más al sur de nuestro continente.

